El calor nos ha llegado de repente y casi no nos hemos enterado de la primavera. Después de un mes de marzo de mucha lluvia, estamos en un abril algo atípico con respecto a las temperaturas. Espero que cambie un poco el tiempo y podamos disfrutar de una merecidísima primavera. Llevo un tiempo pachucha por varias cuestiones que me han tenido algo baja de moral. Estoy remontando como puedo pero no quiero dejar de lado este mundo dulce que tantas alegrías me da. A veces la vida te da golpes que no esperas y sientes que pierdes las fuerzas. Mi blog ha sido siempre una vía de escape, mi paraíso personal o ventana al mundo como me gusta llamarlo. Encender el horno siempre lleva una parte de magia porque no sabemos el resultado de nuestra receta hasta pasado un tiempo. Es precisamente esa magia la que me da fuerzas y la que me ayuda a experimentar, a buscar nuevas historias tradicionales nuestras o de otras culturas que me fascinan. Regresamos con una mezcla que hacía tiempo me rondaba la
Ya estamos en primavera, en unos días inicia la Semana Santa y es tiempo de postres para la ocasión. En esta ocasión viajamos a México para traeros un postre fácil y económico de estas fechas que deriva de nuestras torrijas. Aunque las torrijas tienen origen romano, donde se bañaban con vinagre y con ingredientes salados como queso o pollo, en nuestro país se introdujo como alimento dulce para mujeres parturientas como expliqué en uno de los posts dedicados a este postre. Fue derivando como tradicional de esta época al ser un alimento calórico ideal para la cuaresma. Si partimos de esta base, esta idea llegó a México y ha ido tomando una forma genuina que os voy a ir explicando a continuación. La capirotada mexicana , toma el nombre de capirote en referencia a los capirotes o gorros puntiagudos que llevan los penitentes o nazarenos que procesionan. Se hace un homenaje a la Semana Santa , con este postre lleno de simbolismo. Cada elemento tiene un significado. Bien es así que el pan